El arte de esculpir emociones

En torno a las esculturas de nuestras calles pasan cosas. El beso de una pareja, un encuentro casual entre conocidos o, sencillamente, la respuesta más habitual al cotidiano «¿Dónde quedamos?». Testigos de nuestra cotidianeidad, las obras escultóricas forman parte de nuestro día a día y, en ocasiones, consiguen que los apresurados viandantes sean cómplices de la obra y lo identifiquen con un episodio de su vida.

Amancio González (Villahibiera de Rueda, 1965) es uno de nuestros escultores más celebrados, con una importante obra en nuestro país y fuera de nuestras fronteras: México, Turquía, Rumanía…Autodidacta, amante de la figura humana en su disciplina, maestro de la madera (antes) y del metal (ahora)…este artista leonés , autor de la emblemática ‘Vieja Negrilla’ y a quien el pintor Alejandro Vargas le despertó esta pasión, empezó dándole golpes a un tronco de peral, su primera creación escultórica.

Desde su estudio de trabajo en el municipio de Lorenzana (León) y para el programa ‘Voces’ de Canal Saber, González responde a las preguntas de José María Viejo, algo menos complejas que la técnica y el material que maneja cada día en su labores artísticas.

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